La hormiga trabaja a brazo partido todo el verano bajo un calor aplastante. Construye su casa y se aprovisiona de víveres para el invierno. La cigarra piensa que la hormiga es "naba" y se pasa el verano escuchando murgas, yendo a las manifestaciones, a los comités de base, acompañando a Irma Leites a romper vidrieras de Mac Donald`s, riendo, bailando y jugando.
Cuando llega el invierno, la hormiga se refugia en su casita donde tiene todo lo que le hace falta hasta la primavera. La cigarra, tiritando, organiza una rueda de prensa con Sonia Breccia, Cristina Mizrajhi y Oscar López Goldaracena, con quema de cubiertas en la calle y en la que se cuestiona por qué la hormiga tiene derecho a vivienda y comida, cuando hay otros, con menos suerte que ella, que tienen frío y hambre.
Las televisoras estatal y privadas, organizan un programa en vivo conducido por Aldo Silva, en el que la cigarra sale pasando frío y calamidades, mostrando, accidentalmente, en su casa un televisor plasma y, a la vez, extractos del video de la hormiga bien calentita en su casa y con la mesa llena de comida.
Todo el mundo se sorprende de que en un país como éste, dejen sufrir a la pobre cigarra mientras hay otros que viven en la abundancia.
Las asociaciones contra la pobreza, el Pit-Cnt, Plenaria Memoria y Justicia, la Comisión de Derechos Humanos, el senador Michellini, que siempre está al pedo y una delegación invitada de las Abuelas de Plaza de Mayo, se manifiestan delante de la casa de la hormiga y la pintarrajean.
Los periodistas organizan una serie de artículos en los que cuestionan cómo la hormiga se ha enriquecido a espaldas de la cigarra... e instan al público a opinar en sus encuestas telefónicas a través de una tramposa pregunta donde tienen que escoger si son partidarios de la igualdad o de la discriminación (como la "egoísta e insensible hormiga").
Respondiendo a las encuestas de opinión, la Asamblea General se pronuncia por una Ley sobre la igualdad económica y una Ley Anti-discriminación, adjudicándole una partida de dinero financiada por el IRPF y el IASS a la holgazana cigarra y una
canasta de alimentos, que ésta enseguida se encargará de canjear por pasta base,
celulares, equipos de audio, televisores LCD, etc.
Los impuestos a la hormiga son elevados notoriamente y por si fuera poco, se le asigna una altísima multa porque no se hizo cargo de la cigarra en el invierno.
La hormiga, decepcionada, empaca y termina por irse a otro país, donde su esfuerzo sea reconocido y pueda disfrutar libremente de los frutos de su trabajo... donde no se le juzgue ni se le castigue, cuando tenga éxito.
La antigua casa de la hormiga se convierte en albergue social para cigarras que esperan a que alguien llegue a donarles el alimento, ropa, leña y demás recursos para sobrevivir dignamente y poder estar calentita mirando la novela y tomando mate con bizcochos, mientras duerme toda la mañana.
Los partidos proponen además, una comisión de investigación pluripartidaria, que costará cien millones de pesos.
Entretanto la cigarra muere de una sobredosis de pasta base combinada con vino tinto de caja, asado subvencionado y comidas con alto contenido graso. Los medios de comunicación culpan a la herencia maldita del fracaso del gobierno para corregir las desigualdades sociales y la injusticia económica..
La casa termina siendo usada como prostíbulo, por una organización de menores del INAU, regenteada por una madama del organismo.
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