jueves

La vida eterna

Religión, humanismo, conocimiento, conciencia, y el yo.

exuberante

Y viene con unas hojillas de regalo (plus incluído en el módico precio). Una recopilación que te pega una sarandeada de datos históricos, anécdotas, comentarios, periodismo y política que no tiene desperdicio. LINK

La danza de Shiva

Este libro lo descubrimos con unos amigos en un día de vaciones. Qué descubrimiento!... Gran libro, primero, porque lo escribió un uruguayo y es gordo el libro.. no puede ser curro.. y menos con ese título... y todavía mucho menos después de leer que el tipo en este libro termina explicando las razones por las que él concluye que el capitalismo como tal terminará su ciclo alrededor del 2060. Chau! Listo. Este libro hay q leerlo seguro.... yo hace meses que me quedé en este subtítulo a unas 40 páginas de terminarlo : "El arte culinario y la fase cuatro". Sería muy largo explicar acá cómo es que después de leer, no les miento, unas 503 páginas, al tipo le da el puño y la cabeza para encajar algo semejante.. jaja.. EXTREMADAMENTE INTERESANTE. la danza de shiva del Ing. Juan Grompone

tranqui de Moby

rápido!

martes

lindos

(no están trucadas)

lunes

pregunta... de aborto

¿Qué es despenalizar?
Julio María Sanguinetti
El Frente Amplio ha metido al país -la mirada puesta en los votos-, en una formidable escenificación del doble discurso. Su bancada parlamentaria presenta un proyecto despenalizando el aborto, para cumplir con su programa, mientras el Presidente de la República, líder indiscutible de su partido, anuncia que vetará esas normas si resultan aprobadas. En una palabra, se trata de tener un pie de cada lado y hacerle creer a la gente que en esto hay un honesto debate sobre un tema sensible a la sociedad, cuando está claro que no ocurrirá nada.
Lo malo del asunto es que como consecuencia de este circo mediático, la sociedad se ha puesto a discutir el tema en blanco y negro, como si hubiera un bando partidario del aborto y otro contrario, cuando no es ese el debate. No hay duda que interrumpir un embarazo es un fracaso, una derrota. Razón por la cual ninguna mujer llega a esa interrupción suelta de cuerpo sino sometida a una insuperable presión psicológica que la lleva a arriesgar su vida por una situación de angustia económica o de violencia moral. La pregunta es si a esa mujer, además, de vivir lo que vive, hay que condenarla penalmente y llevarla presa. Hay quienes creen que sí y hay quienes, por poderosas razones morales, jurídicas y sociales creemos que no y que debemos, como sociedad, buscar los caminos para erradicar la práctica del aborto, como lo vienen logrando otros Estados dentro de nuestros mismos valores éticos.
En nuestro país, como se sabe, desde 1938 existe una ley que tipifica y castiga el aborto como delito, aunque establece la posibilidad de que la justicia exima "totalmente el castigo" en protección del honor de la involucrada o su esposo, en casos de violación, de riesgo de vida o aun de "angustia económica". Desgraciadamente, esta ley ha fracasado rotundamente. La amenaza de la prohibición y castigo de nada han servido para erradicar el aborto, al punto que se estiman en 30 mil al año, en la hipótesis más baja. Del mismo modo, las causales de exoneración, que son tan amplias como para aceptar la angustia económica, no han funcionado, porque ningún médico se arriesga a una incierta tramitación judicial ni hay involucrada dispuesta a resolver su angustia personal por expediente.
Estamos entonces ante el mismo tema social que se ha dado en el mundo entero, donde hasta hace poco (1995) se estimaba en 46 millones el número de abortos al año, mientras que ahora, felizmente, su número ha bajado y se calcula en 40 millones. Esa baja -y esto nos parece fundamental- se registra en los países de Europa occidental, como España o Francia, donde se ha despenalizado el aborto, evitando así las muertes y mutilaciones tan frecuentes en nuestro país, al tiempo que mediante una adecuada educación sexual se logra evitar el embarazo no deseado.
Seguir como estamos en Uruguay supone aceptar veinte o tres madres muertas cada año y miles de quebrantos de salud graves, asumiendo además la injusta discriminación de que quienes más arriesgan y padecen son las mujeres más pobres, imposibilitadas de acceder a un procedimiento médico medianamente seguro. Esta oficialización, esta intervención médica, es la que habilitaría -además- una mejor educación sexual, una adecuada difusión de los métodos anticonceptivos que han permitido, en el mundo occidental civilizado la disminución drástica de la indeseable práctica abortiva.
Ante esta conclusión socialmente irrebatible, asoma entonces el alegato moral y jurídico: el aborto es un crimen, al frustrar una vida. Por cierto hay una potencialidad de vida, hay una manifestación de vida, como también la posee un óvulo, o un espermatozoide, o un óvulo fecundado in vitro en una probeta, pero no por eso estamos delante de una persona humana. Para un derecho como el nuestro, sólo hay persona, cuando tenemos un nacimiento viable por 24 horas, de modo que sólo hay muerte a partir de allí. Es el criterio español o el de la Corte de Casación francesa, que ha sido rotunda en la afirmación de que sólo hay una persona cuando se ha producido el nacimiento y una primera respiración (Sentencia del 25 de junio de 2003). En general, el derecho asume hoy que la muerte de una persona ocurre cuando su cerebro ha perdido actividad y el electroencefalograma es plano, del mismo modo que, a la inversa, sólo hay una persona cuando existe un desarrollo neurológico capaz de configurar una vida propia y autónoma. De allí que por eso se toman las 12 semanas de embarazo como un umbral, antes del cual no puede hablarse de una persona, aunque exista una potencialidad vital.
Del punto de vista moral, el debate es parecido. Para los moralistas protestantes en general sólo hay persona desde el nacimiento, considerado el "umbral decisivo" de la vida. Lo mismo ha dicho el Rector de la Gran Mezquita de París para los musulmanes. Y entre los católicos, si bien hay una opinión oficial rotundamente condenatoria de la interrupción del embarazo, existen opiniones análogas a las de esos otros teólogos, como es la del Padre Pérez Aguirre.
En una sociedad liberal el debate ético se da entre el derecho de una mujer a una maternidad voluntaria, a un embarazo querido realmente, o el de un feto con menos de 12 semanas de concepción, que no posee aún una madurez psicológica que lo defina como persona. ¿El Estado tiene derecho a imponerle a una madre que siga adelante con un embarazo que no desea? ¿El Estado tiene autoridad moral para castigarla criminalmente si retrocede en esa maternidad, a la que dio inicio pero no desea consumar? Por supuesto el Estado no puede imponer una moral y por eso quien cree que interrumpir un embarazo es inmoral, nunca será obligado. Pero a la inversa, ¿por qué obligar, y enventualmente penalizar, a una mujer que no lo desea, cuando sus principios le dicen otra cosa?
Un debate así, que ni política ni filosóficamente es unánime, sólo podría resolverse, en cuanto a la sociedad, con un pronunciamiento auténtico. De allí lo saludable que sería un plebiscito, desgraciadamente no aceptado por quienes nos han arrastrado por este mal procedimiento. Mientras tanto, aun sabiendo que a nada llegaremos, es bueno razonar con serenidad. Porque ni somos criminales quienes creemos que no se puede castigar a una mujer que abortó ni son cómplices de las clínicas abortivas quienes sostienen la permanencia de una legislación prohibitiva que las ha producido. La ética laica, la que liberó a la mujer de las viejas condenas de oscurantismo, la que nos reconoció derechos humanos, nos impone una racionalidad que está más allá de dogmas, resabios de una penosa historia de discriminación femenina.

lunes

Entre Venezuela, con su cabecilla nº1, y Suecia, me toy volviendo loco. Por un lado, al bananero de cabeza y petrolero de bolsillo se le caen las carreteras, y por el otro lado, los suecos que son los primeros en tener conexión de 40 gigas (si 40 gigas per sec.) en la mitad de la nada sueca. En el sitio caribeño el centro cultural de la nación son las charletas histriónicas del enviado por el arcángel Bolívar, en donde comenta sobre su propia abuelita todos los domingos por unas llevaderas 4 horas o más, y por el otro lado, en Suecia, el centro cultural de esa nación por excelencia son las bibliotecas en general, en dónde uno puede tener acceso a TODO el arte, con lo que esa palabra implica.... libres y cuando se te cante, sin diferencias, TODO lo que PARA UNO valga la pena, sin que ningún crápula delirógeno te diga qué mierda es lo que tenés que leer, hasta cuando estás en el water haciendo casi lo único que estás obligado a hacer.
En Suecia, con la mejor de las alturas, le dejan bien claro al país más poderoso del mundo hasta dónde llega su poder, cuando éstos suecos le comunican a los abogados de Dreamworks que las leyes que regulan el mundo audiovisual en Estados Unidos sólo se aplican allí, y que Suecia es un país soberano y no un estado más de Estados Unidos, y que ninguna de las leyes suecas hace alguna diferencia entre copiar un vhs y pasárselo a un amigo, y copiar una peli a internet (p2p) pa pasársela a todos aquellos que uno considere amigos.. entonces nadie va preso por eso como pretenden los abogados de Dreamworks y cómo sí sucede en USA (noticia) Mientras, el otro innombrable, se sube al atrio en cualquier lugar pa decir que el que pasó por ahi anteriormente dejó un olor a azufre tremendo (que probablemente sea cierto) y le pega gritos a actuales presidentes y a pasados y a hasta reyes sobre lo malo de todos y lo bueno de él. No va a terminar nunca el ególatra, hasta que se agote. Así que entre Suecia y éste otro no me quedan más dudas de por dónde hay que agarrar... Y acá, bueno.. por acá me parece que están bastante confundidos con todo en general. Salú.

viernes

info es info

Muchas entradas atrás había metido una q hablaba del "25" paraguayo... este es el texto al que dirige el link q detallé en esa entrada:
Producción de marihuana en Paraguay
En la actualidad, el cultivo de la marihuana se ha diseminado a otros departamentos de la Región Oriental y son los siguientes: Concepción, Amambay, San Pedro, Canindeyu, Caaguazú, Itapúa, Caazapá y Alto Paraná. El avance del área de cultivo ha crecido notoriamente en los últimos años debido principalmente al estancamiento económico de la presente década y el alto índice de desocupación que impera en el país (16%). Actualmente, la marihuana se cultiva en ocho departamentos de la Región Oriental divididos en tres zonas: 1. Zonas de cultivos tradicionales: Departamentos de Amambay y San Pedro. 2. Zonas de cultivos dispersos: Departamentos de Concepción y Alto Paraná. 3. Zonas de cultivos recientes: Departamentos de Canindeyu, Caazapa, Caaguazú e Itapúa. Todos los departamentos citados poseen suelos muy fértiles, adecuada precipitación fluvial, factores propicios para dicho cultivo. El cultivador de marihuana es un asalariado agrícola que percibe aproximadamente 3 dólares por día, recibe la semilla de los empresarios (generalmente brasileños) quienes a la cosecha, retiran y comercializan el producto. Los principales mercados son: Local (Paraguay), Brasil, Argentina, Chile y Uruguay. Ultimamente, debido a la alta calidad del producto ya esta llegando a Europa y Japón. En la red se pueden encontrar datos estadísticos del tráfico de drogas, sin embargo, esta información es poco fiable debido a la irracional guerra contra las drogas. Si se piensa en la cantidad de marihuana que cruza las fronteras de paraguay (la que se consume) y las incautaciones de las fuerzas del "orden" de los Estados, es ínfima. "Pedro Juan Caballero, «Pedrojuan» como se la llama a esta ciudad en la región, es la capital de la provincia de Amambay, fronteriza con la ciudad brasileña de Ponta Pora. En ella se esconden los numerosos centros de acopio y prensado de marihuana. Sus calles están ligadas a la guerra entre grupos mafiosos que controlan la producción y comercialización de marihuana en toda esta vasta región paraguayo/brasileña. Desde aquí parten hacia territorio brasileño, argentino y chileno todos los años algo más de 900 toneladas de marihuana de alta calidad." Se estima que en todo el territorio paraguayo existen en la actualidad más de cinco mil hectáreas de cultivos de cannabis, que han sido detectadas en los distritos de Itapúa y Alto Paraná, Caguazú, Canindeyú, Amambay, San Pedro y Concepción. El 75 % de ellas se ubican en el Departamento de Amambay, zona oriente del país, cerca de la frontera con Brasil y los cultivos más importantes, que alcanzan dimensiones de entre cinco a diez hectáreas, se encuentran ubicadas en las cercanías de Capitán Bado, ciudad que es considerada en la actualidad como la guarida de los narcotraficantes más peligrosos de la región. En esta zona del Paraguay cada hectárea cultivada con cannabis “badeña” es capaz de producir hasta dos toneladas de marihuana prensada y se obtienen dos cosechas por año. El alto grado de THC (tetrahidrocannabinol) que poseela producción de marihuana de esta zona, es lo que la diferencia de las cultivadas en otras regiones de Sudamérica. Un par de docenas de familias, dueñas de grandes extensiones agropecuarias, son las que manejan la producción. Sólo dos concentran la comercialización, y entre ellas, se producen feroces disputas por continuos «ajustes de cuenta ». Los «barones de la frontera», «Los Yamil y Los Cabral», son los que manejan la distribución, poseen en sus fincas aeródromos con aviones propios y utilizan sicarios para controlar el mercado. Valor de la marihuana "El productor de Amambay obtiene 10 dólares por kilo de marihuana cosechada. En Pedrojuan, el ladrillo de marihuana prensada (Un kilo), vale entre 40 y 50 dólares y en la frontera paraguaya se puede adquirir este mismo kilo a 100 dólares. Al pasarlo del lado argentino, el valor en forma automática se duplica llegando a Chile con una cotización mínima de 500 a 600 dólares. Cabe destacar que dos cigarrillos de marihuana (no cortada) se cotiza hoy en el centro de Santiago en un valor de $1.000, aproximadamente US$ 1,5."
http://www.punksunidos.com.ar/punksunidas/salud/marihuana/marihuana_paraguay.html

ilustres...

...personitas sorrretas

martes

ta salao hermano...

Esto pasó el viernes en Caracas a 40 minutos de empezar el concierto de Carl Cox.

miércoles

elporquédelcosmos

de día se ven estrellas escondidas....

huacho...

jueves

reposando

martes

Movimiento

viernes

martes

miércoles

estas noticias salieron así juntitas en EL PAIS del mierc. 12:

Tabaré Vázquez recibió a canciller ruso A las 10 de la mañana, el presidente uruguayo se reunió con el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, quien está de gira por Latinoamérica en búsqueda de fortalecer intercambios económicos.
Putin disolvió gobierno ruso El presidente ruso aceptó hoy la renuncia de su primer ministro y de su gabinete, preparando el terreno para que el líder del Kremlin escoja a su sucesor cuando deje el poder el próximo año.
:))

lunes

miércoles

en la China entre otras cosas...

DICE EL PAÍS DEL DOMINGO 2 DE SET. 07:
China y su banco de torturas David Matas, abogado canadiense, experto en Derechos Humanos. CÉSAR BIANCHI -¿Cuál es el objetivo de su visita a Uruguay? -Promocionar el informe que elaboré junto a David Kilgour sobre el genocidio resultante de la utilización de los practicantes de Falun Gong en China. Llegamos a la conclusión de que esto está sucediendo cada vez más, y usan a los adherentes al Falun Gong para quitarles sus órganos y venderlos a extranjeros que llegan a China. Sus órganos han sido vendidos por mucho dinero. Esto pasa a lo largo de toda China, y venden todos los órganos del cuerpo humano de los practicantes. De los 10.000 transplantes de órganos: hay 2.000 prisioneros sentenciados a muerte por el régimen comunista, más 8.000 practicantes de Falun Gong detenidos ilegalmente, por año. -¿Cómo surge la iniciativa de salir al mundo para informar de esta realidad en China? -El régimen comunista chino ha decidido salir a perseguir a los practicantes de Falun Gong, deteniéndolos, torturándolos en campos de concentración y quitándoles sus órganos vitales para venderlos. Creimos que podíamos colaborar dando la voz de alerta. Visitamos 35 países para crear conciencia. En esta gira fui a Perú, Chile, Argentina, Uruguay y México. El propósito es entrevistarnos con políticos, periodistas y organizaciones sociales para promover nuestro objetivo y que nos ayuden a crear conciencia en los países. -¿Qué es Falun Gong? -Es una creencia espiritual creada en 1992 -no una religión porque no creen en un Dios- que combina tradiciones chinas clásicas, mezcla principios y ejercicios, como el Tai Chi, para ser mejores personas. En 1999 esta creencia había crecido tanto, que habían superado en adeptos a la cantidad de comunistas en China. Al principio dejaron crecer a Falun Gong, pero llegado ese momento comenzaron a temerle porque se había vuelto muy popular. Prohibieron la creencia, empezaron a perseguirlos, a detenerlos, a torturarlos y comenzó el negocio de la venta de órganos. China no tiene un sistema oficial de trasplantes; lo hicieron ilegalmente. Cuando empezaron con eso de los trasplantes, mataron mucha gente. Vieron que era una buena forma de obtener buen dinero para financiar el sistema sanitario chino. La persona que espera el órgano no sabe que se lo sacan a la fuerza a practicantes de Falun Gong. Lo sé porque para el informe he hablado con muchos pacientes. Mientras que en cualquier país hay que esperar mucho tiempo, en China consiguen el órgano en cuestión de días. ¿Por qué pasa eso? Porque cuando aparece un interesado, se va a buscar al prisionero y lo matan para tener el órgano vital demandado. -¿Cuán lejos o cuán cerca están de lograr el objetivo deseado de concientizar al mundo de este flagelo, que parece tan lejano a América del Sur? -Vamos bien y todavía falta mucho. El problema aún no está resuelto, por tanto, tendremos que trabajar más duro. En muchos países la situación ha cambiado: los australianos que van a China por trasplantes son cada vez menos, en Taiwán cada vez menos doctores se prestan, hay declaraciones oficiales de países de no permitir los trasplantes en China, Israel también cambió su política para con China. -¿En esta gira encontró que la gente estaba al tanto de la situación en China o la ignoraba? -Aquí me reuní con el ex presidente Luis A. Lacalle, quien estaba al tanto de todo, él sabe que China persigue y maltrata a quienes están en desacuerdo con el gobierno comunista, también me encontré con Beatriz Argimón, del Partido Nacional, con Gustavo Espinoza (diputado colorado), quien había estado investigando el tema y estaba muy al tanto de todo, y con Horacio Yanez (diputado frentista). Yo sé bien que ni aquí ni en Argentina o Chile es común viajar a China por un trasplante, me reuní con médicos especializados en trasplantes y no estaban muy al tanto, pero es bueno que ahora lo sepan porque concierne a su profesión. Ahora saben que en China se está abusando de la tecnología para violar derechos humanos. -¿Qué se puede hacer desde acá para combatir semejantes aberraciones? -Confrontar a China. Se pueden dejar de comprar productos chinos o boicotear los Juegos Olímpicos, pero hay una manera más directa: pedirle a China oficialmente, como nación, que paren con esto. Ahora lo puede hacer tu gobierno.

lunes

rushing 2

miércoles

De profesión: pusilánimes y descreídos

POR CARLOS MAGGI
Los uruguayos no son descreídos, ni pusilánimes; los uruguayos están pusilánimes y descreídos, que es otra cosa. los franceses no podrían entenderlo, tienen un solo verbo para ser y estar. Pero media una gran diferencia entre ser enfermo y estar enfermo. Para entenderlo, piense en los primeros 30 años del siglo pasado. Pusilánime quiere decir ánimo de ratón. ¿Tenían ánimo de ratón los que hicieron la represa del Rincón del Bonete, el lago artificial más grande del continente? Costó lo mismo que cuesta ahora una central nuclear de su misma potencia y la pagaron sin ningún default. ¿Se tenían poca confianza los que hicieron el Estadio Centenario? Empezó a construirse en enero de 1930, y en junio se jugó allí el campeonato del mundo (en medio, también tuvieron tiempo para salir campeones). Venían con viento en la camiseta, de las olimpíadas del 24 y del 28. Y su vez, esos olímpicos estaban en ganadores porque habían visto crecer un país que iba en la punta del mundo. Después, de golpe, sucedió que Inglaterra perdió el imperio en la guerra 39-45 y nos dio vuelta la cara, dejó de comprarnos. No supimos qué hacer y empezó un quedarse que duró 30 años; el estancamiento quemó dos generaciones y determinó lo que fuimos los del 45. Vimos venir el tiempo feo y avisamos con mucha anticipación. Una griega preciosa, llamada Casandra, también profetizaba en vano. La gente se hizo descreída de profesión y le echó la culpa a los de afuera. Y así estamos, quedados y jugando al Gran Bonete: "Yo, señor. Sí, señor. No, señor ¿Pues quién la tiene?" La culpa la tenemos todos, por estar descreídos y pusilánimes. El velorio de don Pepe Batlle viene durando demasiado.

de nosotros

Haraganes, tristes, críticos no constructivos y pesimistas son algunas de las características negativas que muchos encuentran en la idiosincrasia nacional. ¿Mitos o verdades? GABRIELA VAZ
Los brasileños son alegres, los japoneses trabajadores, los alemanes estrictos, los franceses elegantes, los argentinos cholulos, los uruguayos…. ¿Cómo son los uruguayos? Haciendo a un lado las banderas de solidaridad, modestia y educación -siempre prontas a flamear en publicidades de yerba y hasta propagandas políticas- cuando se habla de "uruguayez" la connotación no suele ser positiva. Y aunque a veces generalizar suena injusto, lo cierto es que todas las sociedades crean una personalidad común, un patrón que los integra y les da identidad. La crítica no constructiva, la desconfianza en el que tiene éxito, el afán por pasar desapercibido, el miedo a sobresalir, la justificación constante para el error, el estancamiento, la falta de perspectiva, la dejadez, la siesta permanente; para muchos, esas características son parte vital de la idiosincrasia uruguaya y explicación de su historia, una suerte de círculo vicioso que no le permite crecer. INDOLENTES. "En este país, escupís, volvés a los diez años, y la escupida sigue en el mismo lugar", respondía Tabaré cada vez que regresaba de su exilio voluntario en España, y sus amigos le preguntaban cómo veía a Uruguay. Para él algo es claro: acá las cosas no cambian porque, aunque puede haber voluntad de palabra, la "pachorra" puede más. Y a decir verdad, esa característica, que todos los consultados encuentran innegable, acompaña al país desde su propia génesis. Cuando el historiador Leonardo Borges comenzó a investigar sobre la etapa fundacional de Montevideo, se dio cuenta de que una palabra se repetía constantemente en las crónicas de la época: indolencia. En varios documentos, los extranjeros relataban, sorprendidos, la pereza de las mujeres que apenas se movían para bailar o la de quienes pedían limosna a caballo. Los ejemplos remiten a una escena que, siglos más tarde, graficó Jorge Lanata. Luego de fallidos intentos de realizar un programa de televisión en Uruguay, el periodista argentino explicó por qué se le hizo tan difícil desempeñarse en el país: "(Acá) Da lo mismo laburar bien que mal. Voy a dar un ejemplo que puede resultar tonto y no quiero decir que todos sean así, pero he visto cámaras laburar sentados. Un cámara tiene que estar parado porque un programa necesita diferentes tomas". Pero parece difícil cambiar algo que se arrastra hace casi 300 años. Para Borges, esa actitud tiene dos raíces. En primer lugar, el principal contingente de inmigrantes que pobló Montevideo vino de las Islas Canarias e, investigando, el historiador descubrió que los canarios tenían ya un largo antecedente de indolencia, incluso desde los guanches (habitantes primitivos de las islas). Y por otro lado, para esos primeros pobladores, la mesa estaba servida. No debían esforzarse para conseguir nada porque, o bien con el fin de incentivarlos a quedarse se les daba todo, o bien podían aprovechar la abundancia de aquella "edad del cuero", al decir de Zum Felde, donde el sustento se obtenía muy fácilmente. "En sus primeros años Montevideo era una fiesta. Los capitanes tenían que juntar a los marineros porque se querían quedar. Era muy tentador ese ambiente paradisíaco en el que no hacías nada. Un francés plantea en una crónica: `los montevideanos tienen una costumbre que no entiendo: después de comer se acuestan y duermen. Lo hacen incluso los más pobres, que no viven más que de sus manos`. El tipo está planteando en 1763 que se dormía siesta y le parece rarísimo. Porque si los ricos quieren dormir siesta, todavía. Y uno piensa que la siesta como algo sagrado es normal. Eso es la indolencia: la ley del mínimo esfuerzo. Así se genera una personalidad de Montevideo y, a la larga, del Uruguay". En una encuesta realizada por Interconsult, el 60% de los uruguayos opinó que la riqueza existe y solo hay que distribuirla, contra un 37% que cree que hay que generarla. Para Juan Carlos Doyenart, director de la consultora, eso se explica en la inmigración ("llegaron a un país donde la riqueza estaba ahí, sólo había que tomarla"), pero también en factores más recientes. De hecho, muchos son los que responsabilizan al Estado benefactor de José Batlle y Ordóñez de crear una sociedad mediocre, una burguesía ineficiente y una clase media que se ajustaba al amparo de la dádiva política. "Tuvimos un gran mal, que fue un Estado benefactor muy temprano. Eso y las condiciones en las cuales el país creció y se enriqueció, son factores que ayudan a que hoy la sociedad uruguaya no sea productiva. Además de esa subvención estatal, el período de crecimiento y enriquecimiento del país se hizo sin mucho esfuerzo. Las condiciones internacionales fueron extremadamente favorables por lo cual con poco podíamos colocar productos nacionales en el exterior a precios muy altos. Así fuimos prósperos, y eso nos marcó", opina el politólogo. La idea de que lo natural es recibir fácilmente, o "de arriba", también pauta el escaso valor que se brinda a algunas cosas. El empresario Carlos Taran -director de la revista Freeway y productor de eventos tales como el Vox Pop o La fiesta final- decidió trasladarse a Río de Janeiro para continuar con proyectos en el exterior, ya que ahora necesita "reflexionar sobre el Uruguay, dado que lo quiero mucho y sinceramente me duele mucho ver como avanzamos hacia ninguna parte". Entre otros ejemplos para explicar esa postura, Taran cuenta que cuando organizó el área cultural de la pasada cumbre de presidentes (Iberoamérica CREA), se acordó que tocaría Jorge Drexler y, claro está, cobraría por ello. "Una persona de alto rango del gobierno y vinculada a la organización me dijo: `La verdad que no entiendo cómo Drexler, que le va tan bien, ganó el Oscar y tiene tanto dinero, puede cobrarle a su país por tocar`. Quedé tan extrañado por la postura, que le consulté si él sabía qué había hecho Uruguay para que Drexler estuviese en el lugar que está. Luego de unos minutos contestó: `Tiene razón Taran, lo único que hicimos fue ayudarlo a irse`. Creo que la postura inicial de esta persona sería la de la mayoría de uruguayos". Quizá a eso se refiere Doyenart cuando habla de la desconfianza en el éxito como otra característica que bloquea Uruguay como sociedad. "Muchas veces se penaliza, y quienes son exitosos tratan de disimularlo. Eso inhibe la iniciativa personal e innovación, ya que uno está inserto en un lugar con un afán muy igualitario y desconfía del que se destaca. Eso pauta que somos una sociedad muy mesocrática, donde a la gente no le gusta exponerse, exteriorizar sus logros, al contrario de Argentina". SEGUNDOS. La comparación con el país vecino es una constante a la hora de definiciones, y para algunos, con tantos denominadores comunes, cuesta entender diferencias tan amplias entre las idiosincrasias de ambas naciones. Y otra vez, la historia da algunas pautas. "Uruguay nació desapercibido. En una Convención Preliminar de Paz, Argentina y Brasil arreglaron su origen, con mediación de Inglaterra, y el país nació como quien golpea la puerta y pregunta `che, ¿ya soy independiente?` Nuestra cultura es la de algodón entre cristales y nuestro destino es provincial", dice el historiador Borges. Como si fuera paciente en un diván freudiano, la mentalidad del Uruguay puede explicarse en sus orígenes, cuando nació la competencia eterna con Argentina. "Montevideo se funda en 1724, casi 200 años después que Buenos Aires. Acá nadie quería venir. Después de los canarios, los que llegaron de Buenos Aires no eran vecinos de primera línea: Los Artigas, los Burgues, los Carrasco; gente con dinero pero no el patriciado porteño. Unos 30 o 40 años después de que se creó Montevideo, la capital del virreinato recayó en Buenos Aires, que a partir de entonces generó una idea de centralización que hizo que todo comenzara y terminara allí. Tiene aires de capital, y de `yo estoy por encima`. Montevideo nace en lucha con Buenos Aires, pero con todas las de perder. Nuestra idiosincrasia es `yo estoy segundo`". Parte de ese espíritu fue otro de los factores que apuntó el argentino Lanata luego de trabajar aquí. "Me parece que hay síntomas propios de Uruguay que lo hace un país difícil de gobernar. Por ejemplo, no existe el sentido de competencia". Algo muy similar señala el guionista de televisión y teatro Andrés Tulipano. "No es que no estemos capacitados para hacer grandes cosas, pero el medio condiciona ya que las expectativas y exigencias, generalmente, no son demasiado altas. Pasa en lo artístico, en lo empresarial y en lo deportivo. ¿Por qué los futbolistas uruguayos saltan más en Europa que aquí? Porque aquí alcanza con saltar treinta centímetros menos para cabecear un corner. La competencia de alto nivel en cualquier actividad, motiva". ¿EXCÉNTRICOS? El hecho de que la población sea de apenas tres millones es otro dato importante para explicar la idiosincrasia. "Estamos todos muy conectados, hay un gran control social", afirma Sonia Romero, directora del Departamento de Antropología Social de la Facultad de Humanidades. Pero más allá de eso, para la experta no todo es tan malo, ni mucho menos. "La queja es muy propia de Montevideo, pero no se debe confundir con bajón. No me parece que seamos más deprimidos que otra gente". Con una visión muy particular, la antropóloga asegura que estamos lejos de ser "grises". "Escribí un documento llamado Los excéntricos en la literatura latinoamericana, donde analizo un trabajo de Felisberto Hernández y planteo la excentricidad como un rasgo típico de los uruguayos. No creo para nada que nos podamos llamar "grises". No es así como nos ven los extranjeros: nos encuentran muy folklóricos, originales. Acá, por ejemplo, la gente difícilmente sigue una moda. No es por `chatura`, es por excentricidad. Si a mí me gusta llevar la boina de tal manera, me la pongo y no me importa que no se use". También la psicóloga Rasia Friedler, coordinadora del taller Saludarte, minimiza esas facetas negativas de los uruguayos, y considera que, en gran parte, se trata de mitos. "Así como creemos que somos grises, quejosos, pesimistas y haraganes, también creemos que somos un pueblo astuto, culto, de bajo perfil y hábil de `hacelotodos`". La terapeuta considera que es importante cuestionar los prejuicios, estereotipos y temores que tenemos con relación a nosotros mismos porque esas ideas suelen sustentar actitudes discriminatorias hacia otras formas de ser uruguayo y resultan autolimitantes. "La misma búsqueda de la identidad puede ser un viaje hacia la irracionalidad: la de concebir a la cultura uruguaya como unitaria y homogénea. Creo que si existe `la uruguayez` habría que buscarla en otro lugar, dirigiendo la mirada hacia sus realizaciones y aspiraciones", finaliza Friedler. La política asociada al pesimismo y la dejadez La historia política y económica del Uruguay tiene mucho que ver con la personalidad que el país ha desarrollado. Para el sociólogo Felipe Arocena, por ejemplo, el pesimismo reinante es bastante fácil de entender. "Hace 50 años que el país está en crisis, estancado en lo económico, con todas las repercusiones que eso tiene en otras áreas. Es un peso muy fuerte vivir en un país que no cambia. En Uruguay se ven las dificultades, pero no se perciben posibilidades de revertir la situación". Por eso mismo, entiende que la mentalidad nacional ha sufrido una involución. "El Uruguay de principios de siglo XX era muchísimo más optimista y alegre que el actual". El sociólogo cree, además, que la actitud de los políticos hoy no ayuda. "Si se empezara a percibir que los diferentes partidos tiran para el mismo lado, que no prima la desconfianza sino el interés en cooperar para salir de la situación en donde estamos, creo que podría haber repercusiones importantes a corto plazo. Pero cuando se ve que los fulanos se pelean con los menganos, y los menganos con los zutanos, y eso hace que estemos siempre en un punto cero, creo que es la mayor fuente del pesimismo actual", dice Arocena. VOTAR A LA URUGUAYA. Claro está que la idiosincrasia nacional no sólo es consecuencia de los vaivenes políticos, sino también su causa. De hecho, para el politólogo Juan Carlos Doyenart, así como el batllismo promovió la cultura del mínimo esfuerzo, eso mismo ayudó al triunfo de la izquierda. "Toda la vida, el relato de la izquierda fue que este país es rico, pero que la riqueza la tenían unas pocas familias. Por tanto, lo que había que hacer era tomar el poder y distribuir la riqueza. Después de tres años se han dado cuenta que no es así, pero el discurso era ese, muy sencillo, y satisfacía esa cultura uruguaya de no generar ni producir. A su vez, la historia seguía asociada al Estado benefactor de Batlle y Ordóñez. Por eso aún seguimos defendiendo cosas que parecen indefendibles pero tienen esa lógica atrás. Los uruguayos entendemos el pasado en forma equivocada, no sabemos nada del presente y no pensamos en el futuro". Humor y cultura entre grises "De los charrúas nómades y los inmigrantes nostálgicos salimos nosotros; ¿qué pretendés, una sociedad `pum para arriba`? De ese sentimiento de bajón generalizado se regodea el 95% de la creación artística nacional. Títulos como La fiebre amarilla, Barranca Abajo, o Cuentos de amor de locura y de muerte, son parte de las artes plásticas, dramaturgia y literatura nacional. Ese espíritu caló hondo en varias generaciones de creadores y ha llegado con buena salud hasta nuestros días". Andrés Tulipano, guionista. "Los uruguayos son muy divertidos, por algo estuve 15 años con Italia Fausta. Claro, hay felicidad escondida porque estar feliz es un pecado. Pero uno se ríe de esas características. Creo somos más divertidos de lo que aparentamos. El humor chabacano acá no funciona mucho. Somos una sociedad conservadora a todo nivel, pero hay algo escondido. Pero sí, suscribo totalmente que somos grises, pesimistas y quejosos. Es más, no diría que somos grises, sino marrones, que es peor". Omar Varela, director teatral. "Tenemos un problema de actitud. Somos ampliamente reactivos y no pro-activos, no actuamos en función de lo que pueda pasar, sino sobre cómo arreglar, y de forma fácil, lo que pasó. Las soluciones son egoístas e individuales. Otro problema es minimizar al otro cuando comienza a crecer. Cuando después de seis viajes golpeando puertas y enviando la Freeway a Argentina, logré armar un proyecto allá, un colega me dijo: `Che, qué suerte que tenés vos, siempre te caen las maduras!!!`". Carlos Taran, productor. "Como actriz de comedia, de ninguna manera podría decir que el uruguayo es gris. Sería injusta. Sí creo que se está viviendo un momento muy especial, político, social. Hay resentimiento, desilusión, signos de interrogación. Eso afecta el humor. Acá se da este diálogo: `¿Cómo te va?` `Bien, pero…`. Siempre hay un pero. Y te da bronca, porque después te enterás que no le está yendo tan mal. Hay pesimismo. Como actriz, no siento al público así. Como ciudadana, puede ser". Graciela Rodríguez, actriz.

rushing

viernes

caminando por la vieja ciudad invernal...

...y en muchas cosas bastante decadente.