jueves

Del parecer y del ser

Si se dice q ya no vale o que entró en desuso una expresión de identidad, una etiqueta, ¿de qué se habla? Además de cuando ésta expresión todavía persiste en la propia denominación de un colectivo actual, ¿qué pasa cuando cualquier tipo de asociación humana ni siquiera reconoce ni quiere verse representada en determinado calificativo identificatorio? En ese caso, por lógica, no hará uso de etiqueta para autodenominarse que sea réproba, sino de aquella que sea supuestamente reflejo de su propia constitución material y espiritual. Si valen hoy izquierdista o derechista, tupas, fachos, bolches, anarcos, hippie, yuppie, cristiano, agnóstico, nerd, loco, discapacitado, vago, intelectual, gurú, genio, burro...
¿Exactamente para quiénes?
A falta de entendimientos fieles que sean reales y realistas, sintetizadores y claros, parece que comienza a campear una era de resignificación de los actos y de sus efectos. Se revisa la acción vital del ser humano. También el conocer cómo son las personas que impulsan los procesos de nomencaltura, de su contexto simultáneo, y de su futuro inmediato. Es una batalla por los conceptos. La guerra por el determinismo indentitario constante. Por el control de la especificación en moldes de los distintos colectivos que componen el todo de la personalidad social del humano. El trabajo de separar al todo, más o menos conscientemente, en aquello que se quiere para bien, de un lado, y aquello que no, en otro.

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