domingo

la visión "pobrista" de Montevideo

"(...) 18 de Julio hecha harapos; y sus alrededores, impresentables, llenos de durmientes envueltos en trapos, tirados en los umbrales y las galerías. Los carros de los hurgadores repasan las calles.

La misma dejadez se estampa en los edificios públicos, que agregan su fachada a la visión pobrista. Esa desaprensión no es impotencia es gusto en la fealdad y el abandono. La Universidad de la República y la Biblioteca Nacional muestran un estado de dejadez que parece voluntario. Las pegatinas de afiches y los grafitis podrían evitarse con UN sereno que cuidara el frente de esas dos instituciones. Pero no, la norma es despreocuparse; y mostrar humillado lo que debiera ser un ejemplo de pulcritud. ¿Cómo hace la iglesia matriz para no tener nunca una mancha publicitaria en su fachada? ¿Cómo harán los bancos? ¿Será que tienen más empleados que el Estado y por eso pueden mantener una apariencia digna?

Iglesia Matriz y Biblioteca Nacional

Hablamos de un tiempo dorado, para nombrar los primeros treinta años del siglo veinte. Y es bueno que así se haga. El Estado fue en esa época un ente orgulloso de sí mismo. Lo más eficaz, pulido, y aún lujoso, se reservaba para simbolizar al país.

Se construyó el edificio del Banco de la República, que sigue siendo el banco con la sede más impresionante: un templo.

Se construyó otro templo de maravilla, el Palacio Legislativo que es enteramente de mármol, como hay muy pocos en el mundo.

Se hizo precozmente, el Estadio Centenario, un monumento consagrado en el plano internacional. Y al mismo tiempo, se demolió un barrio entero, el Bajo, para desterrar y dispersar una concentración prostibularia; y en su lugar se construyeron jardines y la rambla Sur, en un el vasto espacio ganado el mar.

Palacio Legislativo

Banco de la República

Estadio Centenario

Hay que comparar esa estética fulgurante con el estado en el cual decae la Facultad de Humanidades que fue una escuela impecable. El hospital del Clínicas, acobardado, que vale más demolerlo que rehabilitarlo. Las "instalaciones" del INAU, capaces de crear por si solas una generación infame y rencorosa.

¿Habrá violación más flagrante a lo dispuesto en la Constitución que la inadmisible situación de las cárceles? El artículo 26 de la Carta Magna previene: "En ningún caso se permitirá que las cárceles sirvan para mortificar y si sólo para asegurar a los procesados y penados, persiguiendo su reeducación, la aptitud para el trabajo y la profilaxis del delito".

Hospital de Clínicas

Este norma se viola por igual con respecto a los delincuentes, como a menores de edad recluidos; se viola por el solo hecho de obligarlos a vivir en un medio repulsivo, el más adecuado para mortificar, sin posibilidad de reeducarse o cobrar aptitud para el trabajo o lograr una profilaxis del delito, como manda la Carta Magna.

El Estado ha perdido su dignidad, que es el aprecio por sí mismo.

El Estado no cuida su imagen. Del lema tupamaro eligió la segunda parte: puesto que no hay patria para todos, lo bueno es que no haya patria para nadie. Viva la suciedad, el desorden, el maltrato, la insuficiencia, la falta de cumplimiento de las leyes. ¿Será el Estado el gran miserable que engendra la inconducta y aún la criminalidad?(...)"
Rambla Sur
Artículo de Carlos Maggi "Cuando los pobristas en el poder", El País

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