(El País)La ciudad y el cerebro humanoVivir en una metrópolis causa estragos en el cerebro. A esa conclusión llegaron varios estudios realizados en Estados Unidos. Marc Berman, psicólogo de la Universidad de Michigan, le dijo al Boston Globe que "el cerebro humano es una máquina limitada. Vivir en una ciudad puede exceder esos límites". De acuerdo a varias de las investigaciones llevadas a cabo por gente como Berman y Frances Kuo, directora del laboratorio de Paisajes y Salud Humana de la Universidad de Illinois, un simple paseo por una calle llena de gente agota buena parte de la capacidad de concentración, dejando al cerebro en pobres condiciones para el resto del día: evitar a otros peatones, cuidarse de distracciones antes de cruzar la calle y prestar atención a la próxima parada del ómnibus, entre tantas otras tareas triviales, consumen demasiados recursos cerebrales. Cuanto más temprano empiece la inmersión en el flujo urbano, más perjudicada se verá la concentración a la tarde. La buena noticia es que se necesita muy poco para restaurar el equilibrio cerebral. Con un esporádico acceso a la naturaleza, se llega bastante lejos. "No es un accidente que el Central Park esté en el medio de Manhattan", sostiene Berman. Stephen Kaplan, también psicólogo, desarrolló la teoría de Restauración de Atención, que postula que el contacto, aún esporádico, con la naturaleza tiene efectos beneficiosos para el estado mental. Los estudios de Kuo parecen confirmar la teoría. Kuo examinó a dos grupos de mujeres que vivían en distintas partes de un mismo complejo edicilio. Aquellas que desde sus apartamentos veían todos los días el jardín y el bosque cumplían mejor con sus tareas domésticas y profesionales. Con todo, la ciudad no solo perjudica al cerebro. Un equipo de científicos del Instituto de Santa Fe llegó a la conclusión que el ambiente urbano es un contexto propicio para la innovación. "La concentración de interacciones sociales" estimula la creatividad, de acuerdo a esos investigadores. (Boston Globe).
sábado
La ciudad y el cerebro
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