Mientras caminaba por los estudios de la RAI, un señor se le acercó a Sartori y le espetó: "Profesor, ¿usted es de izquierda o de derecha?". El gran teórico de la democracia de la actualidad, profesor ilustre en Harvard, Yale, Columbia y Florencia, y autor del libro clásico Teoría de la Democracia, le contestó: "Yo también quisiera averiguarlo, pero todavía no lo he logrado".
El buscador curioso se resiste a ser encasillado. Sabe que, por ignorancia o desgano, la mayoría de los conceptos en uso están cargados de equívocos, falsedades, o medias verdades. "Todos sabemos, más o menos, cómo debería ser una democracia ideal, mientras que se sabe demasiado poco sobre las condiciones necesarias para conseguir una democracia posible, una democracia real", afirma el autor. Por ejemplo, respecto a la idea muy arraigada de que a medida que participa más gente, más eficiente y mejor es la democracia. Sartori dice que "existe una relación inversa entre la eficacia de la participación y el número de participantes". Un individuo que vota en una comunidad de 100 siente que su voto importa; no ocurre lo mismo con quien vota en una comunidad de diez millones.
Igualdad: "La libertad y la igualdad siguen siendo enemigas, pero bajo etiquetas nuevas: la igualdad negadora de la libertad se canaliza hacia el socialismo, mientras que la igualdad afirmadora de la libertad confluye en la democracia antisocialista, en la democracia liberal".
PARADOJA: "Marx es un individualista que protege el costo del trabajo de cada individuo, mientras que el mercado debería considerarse `socialista` porque no protege al individuo sino que, por el contrario, lo sacrifica al interés colectivo. La paradoja es, por tanto, que Marx es inconscientemente individualista, mientras que el mercado es, sin darse cuenta, colectivista".
de
artículo de "El País Cultural" 22-08-09
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