En mi humilde opinión... habilitarle el voto a personas que se fueron del Uruguay, indefinidamente, no por vacaciones, por más uruguayos que se sientan y que sean, me parece que no sería correcto. No se puede observar una por una todas las causas por las que las personas están residiendo afuera del Uruguay, así que no interesa eso de "yo me fui por culpa de los gobiernos", "yo no me fui, a mi me echaron!"... Creo que no se puede entrar en esa discusión y que no aporta nada racional al asunto. Pero no es justo que por el simple hecho de haberte ido del Uruguay no tengas el derecho de votar nada mientras estés afuera. Tampoco es justo el hecho de que gente que hace años se fue de este país, y que dejó de aportar impuestos y de ser destinatario de servicios, etc., tenga un papel igual de activo en la decisión de la vida política de su país, que la gente que habita, trabaja, vive y se desvive aquí.
Me parece que una zona intermedia es lo mejor. Por ejemplo, después de una cantidad determinada de años de residencia fuera, si la persona se fue hace 5 años y no regresó por ejemplo, y no dejó ninguna propiedad a su nombre ni ninguna vinculación de carácter tributario, o integrante de una sociedad, etc., plín, pierde el derecho al voto epistolar para las elecciones nacionales y cualquier referendum, a partir de cumplido ese plazo de 5 o los años que sean, mientras no sean muchos. La persona sòlo podrìa hacer uso epistolar del voto, hasta para las elecciones internas y presidenciales nacionales posteriores e inmediatas al momento de su partida, por más de no contar con ninguna obligación tributaria con el Estado, y de allì en adelante sólo bajo ciertos requisitos.
A mi entender, en cuanto uno se instala en un lugar y comienza a tener que pagar impuestos, inmediatamente debe adquirir el derecho a tomar esa nacionalidad y el derecho al voto en ese lugar. Lo mismo si una persona abandona el territorio y se desprende de los vìnculos que lo obligan a contribuir mediante impuestos con el Estado, convertiría la obligación al voto que actualmente rige en Uruguay, en algo opcional. El que se va, vota si quiere mientras tenga el derecho... y el que se queda, si no vota, paga multa.
También eso justificaría el voto en las elecciones municipales. Despuès de 5 o màs años sin vìnculos materiales, por decirlo asì, con el país, la obligación del voto pasaría a ser un derecho, y a más tiempo, caducaría ese derecho, debiéndolo conformar nuevamente en caso de regresar al país.
Resumiendo, pienso que no alcanza con ser ni sentirse Uruguayo para votar desde afuera, sin importar el tiempo que dure su ausencia. A partir de un determinado lapso y bajo ciertas características, no se debería mantener el derecho al voto.
