domingo

Europa para Orhan Pamuk, turco, nobel literatura 08

(...)un tipo entre fascinante y perturbador, de esos entrevistados incómodos que parecen estar jugando un partido de tenis con el periodista al borde del infarto. Y además, se crecen en el desafío: les gusta incomodar y provocar al otro, exigirle inteligencia, precisión, arrojo. Pamuk exigía de su interlocutora la misma lucidez y claridad que él exhibe, que él propone a sus paisanos turcos, que tanto lo odian. Pamuk siempre ha confesado que vive en la ciudad que más le gusta, aunque las autoridades turcas sean capaces de pronunciarle por denunciar el acoso contra las minorías kurdas y armenias. Ha escrito: “Si hay infelicidad en mi vida, no es por Estambul”.
De: blog
(...) tengo un par de recuerdos divertidos que me gustaría compartir con mis lectores europeos, un par de secretos relacionados con la vida privada de las naciones que vivimos en la periferia de Europa. Presten atención a los recuerdos de la Europa que he vivido en Estambul.

1. Una frase que vengo oyendo desde que era niño en nuestra occidentalizada familia de clase media-alta: "En Europa se hace así". Se está preparando una ley de pesca, está usted escogiendo cortinas nuevas para su casa, está planteando alguna maldad contra sus enemigos...Esta frase mágica acaba de un golpe con todas las discusiones sobre los métodos, colores, estilo contenidos, etcétera.

2. Europa es un paraíso sexual. Una suposición relativamente cierta comparándola con lo que ocurre en Estambul. Como muchos varones turcos aficionados a las letras, vi por primera vez la imagen del cuerpo desnudo de una mujer en las revistas que venían de Europa. Este debe ser mi primer recuerdo de Europa y el que más me impactó.

3. "¿Qué dirían los europeos si nos vieran?" Es un temor y un deseo. A todos nos da mucho miedo que se fijen en los aspectos en que no nos parecemos a ellos y nos los reprochen. Es por eso por lo que queremos que se reduzcan las torturas en las cárceles o que al menos se hagan sin dejar marcas. Aunque a veces nos gusta vivir los placeres de exhibir que somos completamente distintos a ellos: pertenecen a este tipo de sentimientos el deseo del terrorista islamista de ser conocido, o el de que sea un turco el primero en disparar a un Papa.

4. Después de decir "Los europeos son muy educados, muy sutiles, muy cultos y muy elegantes", añadir, "mientras no se toquen sus intereses" y dar un ejemplo adecuado al grado de furor nacionalista: "Como el taxista del coche que cogí en París le pareció poco lo que le di de propina..." o "¿No lo sabías? Pues fueron ellos quienes organizaron las Cruzadas y los campos de concentración...".

De: diario El País

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